...Que no te compren por menos de nada ...Que no te vendan amor sin espinas.

sábado, 31 de marzo de 2012

Cuando la ames


Cuando la ames,
dile que vive en tus sueños,
que no habrá ninguna
más que ella para ti.

Y cuando le entregues la promesa
de tu amor eterno,
sabrás si has amado tanto...
si has amado a una mujer de veras. 


viernes, 16 de marzo de 2012

Sublimación del Amor.

Leandro Lamas


Aún me estremece el recuerdo...

Sucedio en aquel  lugar de techos bajos y coraza de piedra donde tantas veces nos habíamos refugiado. No cabe duda de que siempre fue un rincón apacible, pero  nuestro especial permanecer lo convertía en un lugar distinto que disfrutar cada vez.

Aquel día una sensibilidad especial se había adueñado de cada poro de mi piel.
Yo ya no temía sumergirme en su infinitud y dejaba que mis manos se deslizasen por su rostro anhelando hallar en cada roce un rastro de esa esencia que lo hacía tan maravillosamente hermoso. Él me arrullaba entre los brazos y con un hilo de voz susurraba en mi oído una melodía que hicimos nuestra desde ese mismo instante. Envuelta en su fragancia,  mi voluntad se adormecía lentamente en la comisura de sus labios, mientras un torrente de sensaciones me recorría el cuerpo como una multitud de fueguecitos buscando su aposento.

Y se multiplicaron las miradas, las caricias y los besos.

Parecía inutil el intento de permanecer anclada a la realidad. Me hundía en un gozo sin fin...tan extenso como el amor que se escapaba de su mirada, tan ausente como si la misma nada nos hubiese acogido en su seno. Cada sutil caricia se transformó en una entrega sin final. Cada mirada me insuflaba una alegría tan vital como el aire que respiraba, tan llena como estaba de sentimientos, de  palabras que nunca había sido necesario pronunciar (aunque nos las repitiésemos hasta la saciedad). 

Y fue así como, cobijada en el hueco de su hombro, sumida en un instante etéreo, construimos un lugar distante en el que, muy despacio, derramé, silente, mi amor sobre sus manos.

 Isidro Ferrer. Ilustración del libro "Los Sueños de Helena" de Eduardo Galeano


miércoles, 7 de marzo de 2012

"La elegancia del erizo"

Ansío las estrellas
mas abocada estoy
a la pecera

"Aparentemente, de vez en cuando,  los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender y, como moscas, que chocan una y otra vez con el mismo cristal, se inquietan , sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no quieren ir. Los más inteligentes llegan a hacer de esto una religión: ¡Ah, la despreciable vacuidad de la existencia burguesa! Hay cínicos de esta índole que comparten la mesa con papá: "¿Que ha sido de nuestros sueños de juventud?" preguntan con aire desencantado y satisfecho. "Se han desvanecido y cuán perra es la vida..." Odio esta falsa lucidez de la edad madura. La verdad es que son como todos los demás: chiquillos que no entienden que les ha ocurrido y que van de duros cuando en realidad tienen ganas de llorar. 

... Y uno de estos días la vida nos sorprende parados en una esquina, contemplando las estrellas desde el fondo de la pecera... ¿Y quíen nos ha llevado ahí más que nosotros mismos?. ¿A donde se han ido nuestros sueños? ... Se nos olvida que los vamos abandonando en las esquinas de los días  vividos, perdidos en un segundo de nuestra existencia; y allí los dejamos, cubiertos de un sutil olvido fruto de la inconstancia, la pereza y la falta de coraje..."






FEEDJIT Live Traffic Feed

Cuando nadie me ve, quizá sale a la luz mi verdadero yo

  © Blogger templates The Professional Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP