...Que no te compren por menos de nada ...Que no te vendan amor sin espinas.

sábado, 8 de agosto de 2009

Confusión

Hace muchos días que no escribo...
No reconozco el resquicio por el que se ha escapado el tiempo. Las horas se tornaron en días que se acumularon en semanas, a las que no sería capaz de asignarles un adjetivo.
  • Llegaron promesas de reencuentros, que probablemente ya se han quedado viejos (tan añorados y deseados, que ahora intuyo agotada la ilusión)
  • Conversaciones pendientes desde hace meses (fuera de ritmo y hora). Arrastran una pérdida dolorosa que se niega a ser tal. Todavía se palpa el fuego en la mirada, y todavía los dedos se atraen como imanes, pero el temor a sufrir de nuevo no se borra con un gesto. (Eso lo he aprendido lentamente).
  • Ausencias que se antojan dolorosas, pero que debo cargar a medias en mi espalda, porque cuando alguien importante se aleja, es tarea de dos no caer en la inercia del mutuo olvido.
  • Nacieron palabras que contenían advertencias, y gestos que calentaban el alma (todavía no sé en qué orden colocarlas). Se acumularon las miradas (y aún sigo buscando el lugar para depositarlas). Se hacinan las palabras, aunque mi eterna cerrazón las niegue y se empeñe en enclaustrarlas (quizá porque se saben inadecuadas)
…Siempre llevando por delante el rostro fuerte, el que no es fácil herir (y que tampoco hiere), el que se recompone cada día, para afrontar la tarea de sobrevivir; negándolo todo (porque es la única manera que conozco para seguir adelante), deseando poder ser, al fin, insensible… hasta que llegue un momento en que pueda perder de vista al corazón, para dedicarme a la noble tarea de disfrutar de cada momento (sin deseos futuros, sin recuerdos que me aten)
… y no me sale.
Porque en la soledad de mi cuarto una y otra vez me deshago del embozo, me permito el lujo de desnudarme y desplegar las alas para comprobar que hay al otro lado de las montañas. Me descompongo en seres opuestos que se niegan los unos a los otros, pero que logran convivir y reconocerse en ese breve espacio. Cada uno tiene su función; cada uno tiene un trozo de mi, que surge, egoísta, para salvarme el pellejo cuando es necesario. Y solo en ese momento, a solas y enfrentados, se reconcilian entre sí.
Se que mañana seguiré acumulando negación tras negación, y me guardaré muy adentro, lo que deseo.
Eterna lucha entre lo que soy y lo que quiero ser

(...) cuando nadie me ve puedo ser o no ser cuando nadie me ve pongo el mundo del revés cuando nadie me ve no me limita la piel cuando nadie me ve puedo ser o no ser cuando nadie me ve.
(...)

6 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

El tiempo
a veces se revuelve en sí mismo, sin dar descanso al desánimo ni a la muerte de las ilusiones.

Todas las pérdidas vienen de la mano de duelos dolorosos, y no sabes cómo te comprendo cuando dices :


" el temor a sufrir de nuevo
no se borra con un gesto ..."

al contrario, anida y espero equivocarme... permanece para siempre.

Estupenda tu vuelta, Elen
ten la seguridad de que estábamos esperándote!!


Un gran abrazo,
mucho más abrazo hoy!

Sir Bran dijo...

Ay... Elen, yo te leo y trato de inmiscuirme en tus desaires, intento comprenderlos, y a la vez me gustaría desaguar esas aguas turbias, pero no puedo convertirme en cañería... y conducirlas al río más próximo. Y no es una cuestión ecológica, porque tus pensares son biodegradables, de eso estoy seguro.
Es que esa distancia que a ti te desbarata y descoloca no parece querer ser controlada, aunque te hiera.
Sé que te mereces mucho más, y tbn sé que él se merece mucho menos.
Eres demasiado valiosa, y le quedas grande.
Pero claro, es más difícil en tu realidad que en mi imaginación.
Quisiera pensar que se te puede dar un bonito abrazo, y que en él ibas a encontrar algo de calor humano.
Cuenta con el mío.
Y con mi admiración por tu escribir.
Un besazo enorme.

Elen dijo...

Gracias por estar ahí Susi. Lo ciertos es que aunque a veces pensemos que algunas pérdidas no tienen que llevar necesariamente aparejado un duelo, no es así.
Cuando menos te lo esperas, llega una imagen, un gesto, o cualquier otra cosa que te traslada a otros días, incluso a otros años. Y toda la necesidad que has negado, se presenta delante de tus ojos para recordarte que es imposible olvidar del todo.
Gracias por el abrazo amiga, espero devolvértelo prontito.


Querido Sir...
Leo tus palabras e imagino ese abrazo, que estoy segura, llegaría a mi cargado de tu afecto. Gracias por eso.
Como explicarte, amigo, que no se trata exactamente de un sentimiento, o de alguien en concreto... Si, me duelen los duelos, me apenan las oportunidades que nunca serán, y me emocionan las cosas buenas (sean de la índole que sean). Se trata mas bien de algo confuso.
Es la mezcla de todas esas cosas lo que me desequilibra. La sensación de que nada tiene fin, porque nunca tuvo un principio...
Tal vez sea capaz de explicártelo mejor cuando yo termine de entenderlo. Te prometo que lo intentaré.
Gracias amigo mio por estar ahí.
Mil besotes!!

Marisa dijo...

Las dudas que nos embargan,
los sentimientos que revueltos
se entremezclan, haciendo
aparecer imágenes y gestos
del pasado con las realidades
del hoy, no pueden dejar de lado al corazón, porque querámoslo
o no, siempre irá con nosotros.
De cenizas del pasado resurgirá
un dulce presente no lo dudes.

Un montón de biquiños

Leola dijo...

Sí, el tiempo, las cosas, la vida. A veces resulta tan complicado dar un orden a los días y las noches. A veces van pasando y nos envuelven y nos dejamos ir casi sin enterarnos.
Ya me gustaría poder decir algo que pareciera si quiera de lejos un alivio, un consuelo.
Lo único que puedo decir es gracias por volver.
Un beso.

Elen dijo...

Gracias Marisa. "De cenizas del pasado surgirá un dulce presente"... ojalá así sea. Muchas gracias por esas hermosas palabras, Las guardaré bien cerquita para no olvidarlas.


Gracias Leola, por acercarte de nuevo aquí. Se te echaba de menos. Cosas como que esta son en si mismas un bálsamo.
Muchos besitos.

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Cuando nadie me ve, quizá sale a la luz mi verdadero yo

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