Gisho sonrió con los ojos brillantes y le contó que, en su casa tenía un muñeco de Daruma.
Con la parte de abajo redondeada, de manera que se balancea. Si lo tumbas, él se levanta solo. Había inspirado una canción infantil. “Siete veces para abajo. Ocho veces para arriba”
Una buena lección.
"Cruzados el puente de la duda
y el puente de la decisión
pasé
del mundo flotante
a la tierra pura"
9 comentarios:
Sin duda alguna una buenisima lección. Un beso
Sabias palabras
Elen.
Besos
palabras que nos llenan de verdad, pero existe la tierra pura?
Saludos y un abrazo enorme.
No lo he leído.
Me has dado ganas
Muchos besos
Disculpá mi ausencia (así con acento argentino, para q te suene más dulce)Estoy un poco pa allá jeje
Muack
Así somos, de arriba a abajo y de nuevo, vuelta a empezar ;)
Besos oscilantes
Sabia lección....!!!
Un abrazo Elen
Me ha gustado muchísimo el conjunto de letras y música...
Muchos besos.
q linda metafora, Elen.
Un saludo!
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